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9 Razones para usar un planificador de papel

En la era súper digitalizada en la que vivimos, puede resultar tentador confiar en herramientas electrónicas para organizar nuestra vida personal y laboral. Sin embargo, no subestimemos el poder de una buena agenda o planificador en papel.

Estos recursos me ofrecen una experiencia tangible y un montón de beneficios que mejoran mi productividad, me ayudan a reducir el estrés y  no perder el foco en nuestras metas.

En este blog, te cuento diez beneficios clave que he obtenido yo al utilizar una agenda o planificador en papel para organizar y gestionar mi vida diaria, que a veces se me hace un poco bola.

 

  1. Enfoque y claridad:

Al escribir mis tareas, eventos y metas en una agenda o planificador en papel, visualizo y priorizo de manera más efectiva. Esto me ayuda a mantener el enfoque en las actividades más importantes y evitar la dispersión mental. Tener una visión clara de lo que necesito hacer me permite tomar decisiones más acertadas sobre cómo utilizar mi tiempo de manera más eficaz.

 

  1. Mejora la productividad:

Una agenda en papel me da la oportunidad de planificar mis días, semanas y meses de antemano, sin caer en el caos. Al asignar tiempos específicos para las tareas y compromisos que tengo (que son más de los que me esperaba cuando decidí emprender), puedo maximizar mi productividad y evitar la procrastinación. Además, puedo ver como avanzo tachando cosas hechas y celebro mis logros, lo que me motiva a seguir siendo súper organizada.

 

  1. Organización personalizada:

Una de las ventajas de una agenda en papel es que puedo personalizarla según mis necesidades y preferencias. Puedo utilizar diferentes colores, resaltar tareas importantes y agregar notas adicionales. Esto me permite adaptar mi sistema de organización a mi estilo de trabajo y me facilita mucho la comprensión rápida de mi programación diaria.

 

  1. Reducción del estrés:

Mantener todo bajo control en mi planificador reduce el estrés y me proporciona una sensación de control que me gusta mucho. Al tener todo en un solo lugar y ver mi carga de trabajo de manera clara y realista, puedo evitar la sensación abrumadora de olvidarme de algo importante. También puedo planificar tiempo para el autocuidado y el descanso, que ya sabéis lo que me gusta a mí (bueno, y a quién no) esto.

 

  1. Memoria mejorada:

Escribir a mano es un proceso cognitivo que mejora la retención de información, eso es así aquí y en la China popular. Al anotar citas y tareas en mi planificador en papel, soy más propensa a recordarlos en comparación con simplemente apuntarlos en un calendario digital. La acción física de escribir refuerza la memoria y facilita la recuperación de información cuando la necesitas.

 

  1. Flexibilidad:

Una agenda o planificador en papel me permite llevarlo conmigo a todas partes, así puedo consultar y actualizar todo en cualquier momento, incluso cuando no tengo acceso a mi móvil o conexión a internet. Esto es especialmente útil durante viajes o reuniones fuera de la oficina, sin duda.

 

  1. Estimulación de la creatividad:

Escribir a mano despierta mi creatividad y la conexión entre el pensamiento y la expresión. Al utilizar un planificador en papel, tengo espacio para escribir ideas, hacer bocetos o dibujar diagramas. Esto fomenta nuestra exploración creativa y permite visualizar y desarrollar conceptos de manera más efectiva.

 

  1. Mejora del seguimiento de metas:

Un planificador en papel me permite establecer y hacer un seguimiento de mis metas a corto y largo plazo.

Puedes anotar tus objetivos y dividirlos en tareas más pequeñas y alcanzables. A medida que marcas tus progresos, puedes evaluar tu rendimiento y ajustar tus esfuerzos en consecuencia. Esto nos ayuda a mantener el rumbo hacia el logro de nuestras metas.

 

  1. Conexión con el presente:

El acto de escribir en papel me conecta con el momento presente y me hace experimentar una sensación de calma y atención plena. A medida que tomo el tiempo para organizar en mi planificador, me alejo de las distracciones digitales y me concentro en el aquí y ahora.

Esta práctica reduce en mí la ansiedad y mejora mi bienestar general.

En definitiva, amigas, aunque vivimos en un mundo súper digital, las agendas y planificadores en papel siguen siendo herramientas valiosas para organizar nuestra vida personal y laboral.

Desde el enfoque y claridad hasta la mejora de la productividad, la reducción del estrés y el fomento de la creatividad, estos recursos ofrecen una serie de beneficios que pueden transformar la manera en que nos organizamos y gestionamos nuestro tiempo. Así que, ¡no subestimes el poder de una buena agenda en papel y comienza a aprovechar sus beneficios hoy mismo!

 

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